REVISTAS DE POESÍA
Para hablar de revistas de poesia de cualquier periodo vale la historia y hechos literarios, siempre tan delatadores, que se encuentran reflejados en la prensa de la época y hemerotecas, a poco que se estudien con vocación de investigador las propias páginas de las revistas, y como punto final los estudios críticos posteriores, es decir, el eco externo e incorporación al panorama de la poesía española, y al que suele acompañar la trayectoria que han seguido los poetas componentes de las mismas. Lo más significativo sobresale, después de decadas de estas publicaciones, en los hechos literarios y críticos que hablan por si mismos. Y en la Córdoba contemporanea, a tener de estos parámetros, hechos y resultados, las dos únicas revistas con fuerte incidencia en el panorama de la poesía española, cada una en su periodo correspondiente y medida, han sido Cántico (1947-1957) y Antorcha de Paja (1973-1983). Si la primera cuenta en su haber con los poetas Ricardo Molina, verdadero hacedor de la misma, junto a Pablo García Baena y Juan Bernier; la segunda con los poetas de los 70 Rafael Álvarez Merlo, José Luis Amaro y Francisco Gálvez, y los afines Pedro Luis Zorrila y Fernando Merlo. Ambas revistas, cada una en su tiempo, han sido las que mayor incidencia han tenido en el panorama de la poesía española del siglo XX.
Para hablar de revistas de poesia de cualquier periodo vale la historia y hechos literarios, siempre tan delatadores, que se encuentran reflejados en la prensa de la época y hemerotecas, a poco que se estudien con vocación de investigador las propias páginas de las revistas, y como punto final los estudios críticos posteriores, es decir, el eco externo e incorporación al panorama de la poesía española, y al que suele acompañar la trayectoria que han seguido los poetas componentes de las mismas. Lo más significativo sobresale, después de decadas de estas publicaciones, en los hechos literarios y críticos que hablan por si mismos. Y en la Córdoba contemporanea, a tener de estos parámetros, hechos y resultados, las dos únicas revistas con fuerte incidencia en el panorama de la poesía española, cada una en su periodo correspondiente y medida, han sido Cántico (1947-1957) y Antorcha de Paja (1973-1983). Si la primera cuenta en su haber con los poetas Ricardo Molina, verdadero hacedor de la misma, junto a Pablo García Baena y Juan Bernier; la segunda con los poetas de los 70 Rafael Álvarez Merlo, José Luis Amaro y Francisco Gálvez, y los afines Pedro Luis Zorrila y Fernando Merlo. Ambas revistas, cada una en su tiempo, han sido las que mayor incidencia han tenido en el panorama de la poesía española del siglo XX.
Sin lugar a dudas, el tiempo habla por sí
mismo, y la revista que sigue a Cántico es Antorcha de Paja, por años en el periodo y generación del 70, número publicados, contenido y recorrido por el panorama de la poesía española y nombres con una trayectoria en sus páginas. Antorcha de Paja desde sus inicios no quiso ser bandería local ni una publicación de lecturas semanales ni intercambio de poemas, y después de cuarenta años de su fundación los resultados con otras similares son tan evidentes que hablan por si mismos, tanto la publicación como los poetas y componentes de la misma. En este caso hablan sus páginas y también los estudios críticos sobre Antorcha de Paja, Roso (1984), Lanz (1998, 1999 y 2012) Estévez, 1999) Ruíz Pérez 2005), Guzmán Simón, 2010), Dietz (2013), y más recientemente María Rosal (2014).
Los textos y fragmentos sobre las revistas Aljuma, Zaitun y Zubia, en ausencia de monografias sobre las mismas, han sido transcritos de "Quince años de (joven) poesía en Córdoba", Diputación Provincial, 1984, de Pedro Roso.
Si bien se han abierto distintos apartados para algunas de las publicaciones, obligados por los varios y diversos estudios críticos posteriores y bibliografía, es el caso de la revista Antorcha de Paja. Los autores Juan José Lanz (Universidad del Pais Vasco) en Tres revistas precedentes del resurgimiento andaluz, Zurgai. Bilbao, 1994 y 1998; La poesía durante la transición y la generación de la democracia. Devenir. Madrid, 2007; Páginas del 68. Revistas poéticas juveniles. Junta de Castilla y León. Salamanca, 2007. Ángel Estévez Molinero (Universidad de Córdoba) Alfinge. UCO. Córdoba,1999. Pedro Ruiz Pérez (Universidad de Córdoba) Poemas de Solana del Sacristán. Trayectoria de Navegantes. Córdoba, 1998; Las revistas literarias españolas del siglo XX. (1919-1975). (3 tomos). Ollero&Ramos. Madrid, 2005, y la más reciente Antorcha de Paja. Revista de poesía (1973-1983). Heterodoxia y canon en la poesía española durante la transición. Devenir. Madrid, 2012. Completando con el monográfico del suplemento literario Cuadernos del Sur, con artículos críticos de Bernd Dietz, Juan J. Lanz y Pablo García Casado, y otras reseñas de distinta índole, pero también importantes de los profesores Carlos Clementson (en Diario Córdoba, 1982) y Julián Jiménez Hffernan (en La Manzana Poética, 2011). Juan Bernier en El Correo de Andalucía, Sevilla, 16 de marzo de 1979), entre otros.
Aljuma
Si bien se han abierto distintos apartados para algunas de las publicaciones, obligados por los varios y diversos estudios críticos posteriores y bibliografía, es el caso de la revista Antorcha de Paja. Los autores Juan José Lanz (Universidad del Pais Vasco) en Tres revistas precedentes del resurgimiento andaluz, Zurgai. Bilbao, 1994 y 1998; La poesía durante la transición y la generación de la democracia. Devenir. Madrid, 2007; Páginas del 68. Revistas poéticas juveniles. Junta de Castilla y León. Salamanca, 2007. Ángel Estévez Molinero (Universidad de Córdoba) Alfinge. UCO. Córdoba,1999. Pedro Ruiz Pérez (Universidad de Córdoba) Poemas de Solana del Sacristán. Trayectoria de Navegantes. Córdoba, 1998; Las revistas literarias españolas del siglo XX. (1919-1975). (3 tomos). Ollero&Ramos. Madrid, 2005, y la más reciente Antorcha de Paja. Revista de poesía (1973-1983). Heterodoxia y canon en la poesía española durante la transición. Devenir. Madrid, 2012. Completando con el monográfico del suplemento literario Cuadernos del Sur, con artículos críticos de Bernd Dietz, Juan J. Lanz y Pablo García Casado, y otras reseñas de distinta índole, pero también importantes de los profesores Carlos Clementson (en Diario Córdoba, 1982) y Julián Jiménez Hffernan (en La Manzana Poética, 2011). Juan Bernier en El Correo de Andalucía, Sevilla, 16 de marzo de 1979), entre otros.
Aljuma
En 1968 y ligada a Radio
Popular de Córdoba nacía Aljuma revista radiofónica. Francisco
Carrasco, Emilio Ruíz Parra, María del Pilar Gómez Astarloa, Cayetano Melguizo
y Manuel de César, éste como director, son los fundadores de esta revista que
en su corto año de vida publicará cuatro números de modesta factura. Entre
ellos cabe destacar –más por las intenciones que por los resultados- el
segundo, dedicado en homenaje a Ricardo Molina, cuya elegía decimotercera de
las de Sandua abría el primer número de la revista.
A pesar de sus pretensiones, ni
el grupo ni la revista trajeron aires nuevos para la poesía. Nada exigentes,
sus páginas se convirtieron en un muestrario casi exclusivo de poetas locales,
jóvenes y menos jóvenes, y en ellas cupo de todo, preferentemente tópico y
carente de interés. Desde el romance a la copla, pasando por el soneto,
publican generalmente poemas de circunstancias: al nacimiento de la revista, al
Duque de Rivas, al amigo muerto…y, en línea con la más granada retórica
provinciana, no dudan en dedicar un número, el tercero, a la primavera. En el
mejor de los casos, su poesía discurre por el trillado camino de aquella poesía arraigada de los años cuarenta,
algunos de cuyos temas y motivos están presentes en las páginas de esta
revista.
Ni temática ni formalmente, ni siquiera en sus
actitudes e intenciones se advierte en Aljuma
síntoma alguno de nuevos impulsos poéticos. No se puede afirmar por ello
que esta revista constituyera el primer eslabón de una joven (y nueva) poesía
en Córdoba, aunque en ella publicaran sus primeros versos algunos de los
nombres de la actual promoción de poetas cordobeses. Apenas un año después de
su fundación Aljuma desaparecería sin
trascendencia alguna.
Zaitun
Entre 1968 y 1969 aparecen los seis números a ciclostil de la revista del Grupo Zaitun. Excepto el tercero, los demás van sin numerar y sólo se consigna el año de su publicación. En 1968 publican cuatro números: “Manifiesto1”,“Sí”, “Palabras” y “Anulado”. Los dos restantes aparecen en 1969: “Una auténtica sesión circense” y “Las inseguridades, los traumas, las vacilaciones y los condicionamientos del grupo Zaitun”. Aunque no se consigna los nombres de los miembros del grupo, José María Báez, Rafael Álvarez Merlo, Marcial Hernández y Manuel López Abolafio (éste a partir del segundo número) son dos las firmas fijas en los seis números publicados. Colaboran también Manuel de César, Francisco Gálvez y Carlos Rivera, entre otros.
A pesar de ser una publicación miscelánea y desigual
que alberga casi exclusivamente a autores locales (eso sí: casi todos ellos muy
jóvenes), en Zaitun, o mejor, en José
María Báez y, sobre todo, en Rafael Álvarez Merlo, encontramos los primeros
síntomas de una joven poesía. Si bien sus poéticas no están aún definidas, en
algunos de sus poemas se advierte, por un lado, una tensión creativa que busca
nuevos territorios expresivos (ahí están, por ejemplo, esos “ejercicios” de
escritura automática que recoge el último número) y, por otro, esa actitud
crítica y rebelde, expresiva del impacto generacional que supuso el mayo del
sesenta y ocho. Son varios los temas y motivos que expresan ese intento de
canalizar una joven sensibilidad.
(...)
Zubia, 1978
Zubia nace como grupo en febrero de mil novecientos setenta
y dos, y la revista en 1978. Los jóvenes poetas Francisco Gálvez, Román Jurado, Rafael Madueño, José
Luis Amaro, Diego Peláez, José Ramírez, Carlos Rivera y Pedro Luis Zorrilla
fueron los fundadores del grupo. A lo largo de sus casi diez años de vida se
pueden distinguir dos etapas. La primera, más breve, apenas dura un año. El que
transcurre entre la fundación del grupo y la escisión que se produce cuando
cuatro de sus miembros lo abandonan para fundar Antorcha de Paja. La segunda,
más prolongada y fluctuante, ocupa el resto del tiempo.
La escisión se produce pronto. A principios de mil
novecientos setenta y tres Francisco Gálvez, primero, y Rafael Madueño, José
Luis Amaro y Pedro Luis Zorrilla, después, abandonan el grupo para reunirse en
torno a un nuevo proyecto: Antorcha de
Paja. Aunque las razones de aquella ruptura nunca fueron explicadas, no es
aventurado pensar que la causa fuera las profundas divergencias estéticas que
hicieron de Zubia desde su fundación
un grupo heterogéneo sin un proyecto poético definido. Basta comparar la
trayectoria que siguen Zubia y Antorcha de Paja a partir de 1973 para
confirmar esta sospecha.
En pocas ocasiones se ha manifestado el grupo como tal
sobre su identidad y sus objetivos.
En 1978 se definía así: “La constante de Zubia ha sido desde su fundación la heterogeneidad de sus componentes dentro de una línea humanística y esteticista bastante diferenciada entre cada uno de sus miembros” Palabras que, como se ve, nos remiten a la antología de 1972 y que demuestran, primero, que aunque lo hayan hecho algunos de sus miembros el grupo apenas ha evolucionado en sus diez largos años de vida; y, segundo, que lo que ellos llaman heterogeneidad no significa sino la carencia de un proyecto poético propio. Esta es la crítica fundamental que hoy se le puede hacer a Zubia. (Y que ya en 1973 los componentes de Antorcha de Paja les hicieron). Otra cosa sería hablar de su estética que, fundada desde sus comienzos en un humanismo ortodoxo, pero difuso, discurre en la mayoría de los casos por un lenguaje convencional tan inmutable como satisfecho de su eficacia.
En 1978 se definía así: “La constante de Zubia ha sido desde su fundación la heterogeneidad de sus componentes dentro de una línea humanística y esteticista bastante diferenciada entre cada uno de sus miembros” Palabras que, como se ve, nos remiten a la antología de 1972 y que demuestran, primero, que aunque lo hayan hecho algunos de sus miembros el grupo apenas ha evolucionado en sus diez largos años de vida; y, segundo, que lo que ellos llaman heterogeneidad no significa sino la carencia de un proyecto poético propio. Esta es la crítica fundamental que hoy se le puede hacer a Zubia. (Y que ya en 1973 los componentes de Antorcha de Paja les hicieron). Otra cosa sería hablar de su estética que, fundada desde sus comienzos en un humanismo ortodoxo, pero difuso, discurre en la mayoría de los casos por un lenguaje convencional tan inmutable como satisfecho de su eficacia.
(…)
Kábila, 1978